Carga seca a granel en espera de los aranceles

Panamá, 10 de diciembre de 2024. Los posibles nuevos aranceles con la administración Trump podría afectar el comercio de carga seca a granel, dijo un análisis de Drewry titulado “ Posibles repercusiones en los graneles secos y cambios en las pautas comerciales”.

La firma consultora marítima evalúo dos posibles escenarios, siendo el primero, importaciones estadounidenses casi estables, con los nuevos costes arancelarios absorbidos por los participantes en el mercado, mientras que el segundo podría obligar a los importadores estadounidenses a buscar fuentes diferentes, provocando cambios en los flujos comerciales a más largo plazo.

El aumento de los aranceles podría dar lugar a distancias de navegación más largas si provocan un cambio en el comercio; por ejemplo, en lugar de mayores exportaciones canadienses de fertilizantes a los Estados Unidos, podrían aumentar las importaciones procedentes de Rusia o Israel, lo que alargaría las distancias de navegación y reforzaría la demanda de transporte marítimo de carga seca a granel, explicó Drewry.

Del mismo modo, las importaciones de acero de Canadá y México pueden ser sustituidas por suministros brasileños, surcoreanos o japoneses, alargando el tiempo de navegación y aumentando así el empleo de buques Panamax y Supramax, los dominantes en el mercado estadounidense.

Drewry subrayó que el aumento de los aranceles o de los costes de flete incrementaría el precio de las importaciones estadounidenses, ejerciendo presiones inflacionistas sobre las importaciones y disuadiendo de cualquier recorte sustancial de los tipos de interés por parte de la Fed.

“Esperamos que el dólar estadounidense siga fortaleciéndose, lo que aumentaría los riesgos de una política monetaria expansiva para los bancos centrales de otros países, con la posibilidad de una depreciación de la moneda”, expresó.

La firma explicó que la relación entre el PIB chino y el estadounidense alcanzó su máximo en 2020, pero desde entonces ha disminuido. Además, la diferencia en la inversión como porcentaje del PIB entre China y los Estados Unidos alcanzó un máximo del 28% en 2010, pero se redujo al 20% en 2022. Estas tendencias indican que las inversiones, que antes se dirigían en gran medida a China, ahora fluyen gradualmente hacia los Estados Unids, lo que encaja bien con el reajuste mundial de riesgos y oportunidades.

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