Panamá, 21 de octubre de 2022. Las salidas en blanco seguirán siendo un arma clave en el arsenal de los transportistas para controlar la capacidad el próximo año, y muy probablemente también en 2024, afirmó  Drewry.

“La CII (indicador de intensidad de carbono de los buques), en su versión actual, carece de incentivos y sanciones en cuanto a su aplicación, y deja la decisión de su aplicación en manos de los armadores, por lo que consideramos poco probable que tenga un impacto directo en la disponibilidad de la capacidad a corto plazo, más allá de las fuerzas del mercado, es decir, si la demanda es fuerte, seguirán adelante, si no, irán más a los astilleros de demostración”, explicó Drewry en repuesta a que ellos no esperan una reducción de la velocidad de los buques para el próximo año.

Sin embargo, la situación puede cambiar en el futuro, a medida que los umbrales de aprobación sean más altos y se anuncie una mayor claridad en la aplicación de las normas. No obstante, Drewry considera que ambas normativas contribuirán a empujar más barcos viejos hacia el desguace, si no es que se reducen las velocidades operativas que no pueden bajar mucho.

Desde el análisis de Drewry, los fletes marítimos muy probablemente se estabilicen ahora, en virtud de que los transportistas marítimos han reducido capacidad a la “fuerza”. El índice mundial de contenedores que elabora la firma cayó esta semana una cantidad marginal, luego del gran quantum semanal al que se estaba registrando semanas previas.

En cuanto a la reducción de tarifas de fletes contractuales para los dos próximos años, Drewry subrayó que para el 2023, “cree que los precios globales all-in disminuirán un 37% respecto a la media de 2022”.