Panamá, 29 de septiembre de 2024. Una estrategia fundamental para los puertos que desean triunfar como centros de transbordo es asociarse con las compañías navieras, tal es el caso de Singapur. Sin embargo, es fundamental con poseer buena ubicación frente a las principales rutas marítimas y mercados de entrada, ausencia de obstáculos burocráticos al transbordo, infraestructura del tamaño adecuado, etc.
Drewry respondió a una serie de interrogantes en el recién finalizado webinar en la que se refirió a la guerra comercial entre los Estados Unidos y China y su impacto en los puertos de transbordo, señalando que desde la pandemia y con las tensiones geopolíticas, los fabricantes han adoptado cada vez más la estrategia “China más 1”. La producción ha crecido en mercados competitivos como Vietnam, Indonesia y México, entre otros.
Agregó que, “aunque estos mercados suelen estar bien servidos por los principales puertos, están peor conectados (en términos de pares de puertos) que los principales puertos chinos, por lo que esperamos una mayor demanda de transbordo para llevar la carga a su destino”.
Por otro lado, respondió el cuestionamiento sobre pronóstico del tráfico portuario mundial entre 2024-2024, señalando que las perspectivas de crecimiento para 2024 son positivas, significativamente superiores a las de 2022 y 2023, normalizándose a partir de 2025 en cifras bajas de un solo dígito.
Desde el punto de vista de la previsión de utilización de la capacidad, las regiones de mercados emergentes más atractivas para la inversión son China, el sudeste asiático, el sur de Asia y el norte de África, pero cada oportunidad potencial debería evaluarse en función de sus méritos particulares, acotó.
Drewry finalmente se refirió a la situación del Canal de Suez, indicando que funciona muy por debajo de su capacidad debido a los problemas de seguridad en el sur del Mar Rojo, lo que repercute en una grave infrautilización de los puertos del Mar Rojo en el primer semestre de 2024 incluso antes de que se entregue la nueva capacidad portuaria.
“Incluso si el crecimiento del tráfico se mantiene en los niveles recientes, se prevé que la utilización media caiga por debajo del 60% a partir de 2025. Aunque es más que probable que la combinación de socios de las navieras y de instalaciones avanzadas respalde el éxito de las nuevas terminales, existe una amenaza real de que el negocio de las terminales existentes se vea obstaculizado, lo que podría dejar algunas de estas operaciones comercialmente inviables”, concluyó.