Panamá, 28 de julio de 2025. Las perspectivas de crecimiento en el tráfico de contenedores para este segundo semestre son más más sombrías, ya que el impacto en cascada de los aranceles estadounidenses empieza a afectar negativamente a los volúmenes de contenedores, dijo en su informe semanal Linerlytica.
Durante el primer semestre se registró en los volúmenes del 5,3 % en todas las regiones, exceptuando Oceanía, subrayó la firma.
A pesar del acuerdo comercial alcanzado entre los Estados Unidos y la Unión Europea, se espera que las tarifas de flete transatlánticas en dirección oeste disminuirán porque las importaciones estadounidenses caerán en más del 10%.
Las importaciones de contenedores de Europa a Estados Unidos aumentaron un 8% en los primeros 6 meses del año, pero Linerlytica prevé que el crecimiento se invierta en la segunda mitad. La capacidad total desplegada en la ruta transatlántica ha aumentado un 16% interanual y esto también podría invertirse durante el próximo año, advirtió.
Sobre el tema de los fletes, Liernlytica concluyó que siguen débiles, con el SCFI cayendo por séptima semana consecutiva, y las subidas de tarifas previstas para agosto no se mantienen, ya que la capacidad sigue tendiendo a superar a la demanda.
Demanda por buques portacontenedores
El apetito por nuevos buques portacontenedores no acaba y en los primeros siete meses del año se se encargaron 271 nuevos portacontenedores para 2,6 millones de TEU, sin incluir las opciones no declaradas que elevarían la cifra final a más de 300 buques.
Linerlytica advirtió que la oleada de nuevos pedidos no va a terminar pronto, y ahora el foco se centro en los buques tamaños feeder. La cartera de pedidos de buques de menos de 4.000 TEU representa actualmente sólo el 6,8% de la flota actual, frente al 16,2% de los buques de 4.000 a 10.000 TEU y el 51,7% de los de más de 10.000 TEU.
La naviera portacontenedores número uno del mundo, MSC sigue liderando el libro de pedidos de nuevos buques, optando por una cartera de pedidos predominantemente de GNL, mientras que sus principales rivales han optado mayoritariamente por una cartera de pedidos mixta, compuesta tanto por buques de GNL como de combustible de metanol.