Panamá, 27 de septiembre de 2025. La construcción de nuevos muelles no es la respuesta automática al problema de congestión que enfrentan los puertos de Centroamérica. Así lo advirtió Juan Echeverría, Director de Proyectos de Plataformas Inteligentes, S.A., durante su ponencia titulada“Congestión Portuaria Regional y Demanda de Mayor Capacidad” en REPICA, en la que cuestionó la efectividad de aumentar infraestructura sin una adecuada estrategia de gestión.
Echeverría señaló que la congestión portuaria es un fenómeno global agravado tras la pandemia de COVID-19, que alteró los patrones de origen y destino de las cargas. En la región, añadió, la situación se agrava por la propia estructura del comercio: apenas el 70 % de los intercambios se mueve por vía marítima, frente al 95 % del promedio mundial, debido a que el segundo socio comercial de Centroamérica es la propia región, donde predomina el transporte terrestre.
El experto advirtió que invertir en nuevos muelles podría incluso reducir los ingresos portuarios. “Si un puerto logra que los barcos salgan más llenos y con menos esperas, habrá menos naves que atender, lo que significa menos tráfico y, por ende, menos facturación por servicios como remolque o estadía”, explicó.
También llamó la atención sobre la sostenibilidad financiera de las inversiones. Mantener dragados profundos o infraestructuras sobredimensionadas puede ser más costoso que rentable en economías pequeñas como la centroamericana, que apenas representa el 0.1 % del comercio mundial. “El retorno de inversión (ROI) y el costo total de propiedad (TCO) deben ser analizados con rigor; de lo contrario, la ampliación puede convertirse en un tiro en la cabeza, no en el pie”, subrayó.
Echeverría destacó ejemplos donde la gestión ha sido más efectiva que la infraestructura. Citó el caso del puerto de Acajutla, en El Salvador, que alivió su congestión trasladando barcos al puerto de La Unión sin necesidad de nuevas obras, y el puerto de Calderas, en Costa Rica, que logró mejorar su desempeño mediante acuerdos operativos con las navieras.
Finalmente, sostuvo que el mayor reto de los puertos centroamericanos es modernizar su esquema de tarifas, muchas vigentes desde hace medio siglo, y aplicar modelos de administración más ágiles y disruptivos. “Urge una planificación sin infraestructura. La primera solución no es construir un muelle, sino gestionar mejor lo que ya tenemos. Si no mostramos inteligencia de management, la región perderá atractivo frente a otros mercados”, concluyó.