Panamá, 26 de agosto de 2025. Continúan desvaneciéndose las tarifas de fletes marítimas y se reducen las expectativas de un repunte, ya que los los transportistas siguen resistiéndose a reducir su capacidad para hacer frente a la caída de la demanda, dijo Linerlytica.

“Los volúmenes de reserva de carga han caído entre un 5% y un 20% en las dos últimas semanas, con las rutas transpacíficas, Asia-Europa y Latinoamérica sometidas a una fuerte presión”, acotó.

Lars Jensen, CEO de Vespuci Maritime, en sus escritos diarios coincidió con lo mencionado arriba señalando que “los transportistas han anunciado aumentos de tarifas de 1000-3000 USD/FFE a partir del 1 de septiembre en el Pacífico, pero también lo han hecho básicamente cada quince días durante los últimos meses sin ningún éxito, lo que ha llevado a que las tarifas se estén volviendo insosteniblemente bajas”.

Según Linerlytica, octubre será el mes que marque el momento decisivo para los transportistas para hacer recortes de capacidad a fin de evitar un colapso total de fletes.

La flota ociosa se elevó a su punto más alto en 15 meses, porque se dio una retirada de 11 buques sancionados por los Estados Unidos, aliviando la tensión del mercado de fletamentos.

“Las tarifas intraasiáticas se han mantenido más resistentes, con los resultados provisionales del primer semestre de 2025 favoreciendo claramente a los transportistas más centrados en el sector intraasiático”, dijo Linerlytica.

Esto obedece a la escasez de tonelaje chárter y una cartera de pedidos relativamente pequeña en el sector de los servicios de enlace, lo que ha protegido a los transportistas marítimos de la drástica reducción de tarifas similar en otras rutas comerciales de largo recorrido; sin embargo, habrá que esperar hasta fin de año si esta situación durará.

En los próximos cuatro años, el sector naviero deberá desguazar una cantidad de buques equivalente a todas las demoliciones realizadas en los últimos 25 años. Hasta ahora, en lo que va de 2025, solo se han retirado 12 portacontenedores —con una capacidad combinada de 8.465 TEU—, además de otros seis buques que se han perdido en el mar o reconvertido para distintos usos. Pese a este bajo nivel de desguace, el desafío es considerable: el rápido crecimiento de la cartera de pedidos exige un aumento drástico en las demoliciones, con al menos 4,5 millones de TEU que deberán retirarse de la flota antes de 2030, cifra equivalente a toda la capacidad desmantelada en el último cuarto de siglo.