Incautaciones de petroleros reavivan escrutinio sobre banderas en el comercio de crudo venezolano

Panamá, 21 de diciembre de 2025. Estados Unidos ha intensificado sus acciones contra el comercio de crudo venezolano mediante la incautación de al menos tres buques tanque en el Caribe y áreas cercanas, en el marco de la aplicación de sanciones internacionales. Las operaciones han puesto el foco no solo en las embarcaciones involucradas, sino también en sus banderas y registros, un elemento clave en el control del transporte marítimo global.

Entre los buques incautados figura el Bella 1, un petrolero sancionado por Estados Unidos que fue interceptado cuando se aproximaba a Venezuela en condición de lastre, sin carga a bordo. De acuerdo con reportes especializados, el buque tenía un amplio historial operando en rutas asociadas a la llamada “flota oscura”, dedicada al transporte de crudo iraní y venezolano con destino principalmente a China.

Otra de las embarcaciones incautadas es el Centuries, un buque tanque registrado en Panamá, que no figuraba en listas de sanciones al momento de su abordaje. Según información disponible, el buque había cargado crudo venezolano y realizaba al menos su séptimo viaje a puertos del país sudamericano. Autoridades estadounidenses indicaron que la incautación respondió a sospechas de transporte de petróleo sujeto a sanciones.

El primer buque capturado en esta serie de operaciones fue el VLCC Skipper, una embarcación sancionada y sin bandera, que ya se encuentra bajo custodia estadounidense en un fondeadero cercano a Galveston, donde podría descargarse el crudo incautado. El Departamento de Justicia mantiene una orden de arresto activa contra este buque por su participación previa en el comercio de petróleo iraní.

Panamá y el control del registro naval

En este contexto, Panamá ha reiterado su política de cumplimiento estricto de las sanciones internacionales, retirando de su registro a buques que han sido incluidos en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Las autoridades panameñas han señalado en reiteradas ocasiones que ninguna embarcación vinculada a actividades sancionadas puede permanecer bajo bandera panameña, como parte de su compromiso con la transparencia, la legalidad y la seguridad del comercio marítimo internacional.

Panamá, que administra uno de los registros navales más grandes del mundo, ha fortalecido en los últimos años sus procesos de debida diligencia, monitoreo y cancelación de registros, especialmente en casos relacionados con sanciones, financiamiento ilícito y evasión regulatoria.

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