Panamá, 14 de octubre de 2025. Liberia, Estados Unidos, China y Bahamas marcaron sus diferencias durante la sesión del Comité de Protección del Medio Marino (MEPC), reflejando la complejidad de alcanzar consenso global sobre las nuevas regulaciones climáticas del transporte marítimo.
En la más reciente sesión del Comité de Protección del Medio Marino (MEPC) de la Organización Marítima Internacional (OMI) celebrada hoy, los Estados miembros retomaron el debate sobre el Marco de Cero Emisiones Netas (Net-Zero Framework, NZF), cuyo objetivo es traducir en normas vinculantes la Estrategia 2023 de la OMI sobre la reducción de gases de efecto invernadero (GEI).
Sin embargo, las posiciones de países clave como Liberia, Estados Unidos, China y Bahamas evidenciaron que el consenso sobre su implementación sigue siendo frágil. Mientras Liberia y Estados Unidos cuestionaron la falta de claridad operativa y de consenso político, China insistió en el respeto al multilateralismo y Bahamas advirtió sobre los riesgos de una adopción apresurada que fracture la regulación global del sector marítimo.
Liberia pide cautela antes de avanzar sin capacidad operativa
Como uno de los principales Estados de abanderamiento del mundo, representando cerca del 20 % del tonelaje global, Liberia expresó serias reservas sobre el alcance y el momento del debate.
Su delegación advirtió que adoptar el marco sin contar con sistemas, directrices y estructuras institucionales plenamente desarrolladas podría minar la confianza en la OMI, que por más de siete décadas ha mantenido estabilidad regulatoria.
Liberia señaló la ausencia de mecanismos claros de recaudación y aplicación, así como la falta de un plan operativo y de auditoría para el futuro registro y fondo del Índice de Intensidad de Combustible (GFI). También expresó preocupación por las dificultades logísticas y financieras que enfrentarían los armadores, especialmente los de países en desarrollo, ante un sistema aún indefinido para certificar combustibles y transferir fondos internacionales.
El país pidió actuar con prudencia, recordando que las decisiones de la OMI tienen efectos regulatorios directos sobre el comercio marítimo internacional.
Estados Unidos: “El marco nace sin consenso y agravará la fragmentación”
La delegación de Estados Unidos respaldó las preocupaciones expresadas por Liberia y Bahamas, subrayando que la falta de consenso amenaza la legitimidad y efectividad del marco.
Según Washington, el NZF podría convertirse en “un parche sobre otro parche”, al superponerse con esquemas regionales y nacionales ya existentes, lo que aumentará la complejidad regulatoria para las navieras y operadores.
El representante estadounidense criticó además la prisa de algunos Estados por aprobar el marco sin los acuerdos técnicos necesarios, señalando que tales posturas contradicen el principio de multilateralismo que dicen defender. “Están construyendo el barco mientras zarpa”, afirmó gráficamente la delegación, en referencia a la falta de preparación institucional y consenso político dentro de la OMI.
China defiende el multilateralismo y una transición gradual
Por su parte, China reafirmó su respaldo al multilateralismo y a la OMI como único foro legítimo para establecer normas globales de descarbonización marítima.
Pekín sostuvo que cualquier avance debe basarse en el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, considerando las capacidades nacionales y los distintos niveles de desarrollo económico.
La delegación advirtió que la transición hacia combustibles de baja emisión de carbono debe ser justa y equitativa, y no puede imponerse a costa de la economía mundial ni del progreso de los países en desarrollo.
China instó a una aplicación pragmática y gradual del marco, sustentada en evaluaciones técnicas y sociales antes de asumir nuevos compromisos jurídicos.
Bahamas teme una fragmentación del régimen regulatorio
En una línea similar, Bahamas —otro de los grandes Estados de abanderamiento— manifestó su preocupación por la ausencia de consenso en torno al NZF y advirtió que una adopción apresurada podría derivar en una fragmentación global de los requisitos regulatorios.
Su delegación reconoció los avances alcanzados desde la adopción de la Estrategia de la OMI en 2023, pero insistió en que sin una visión común y consensuada, el objetivo de alcanzar cero emisiones netas hacia 2050 podría quedar debilitado por la falta de uniformidad entre las partes.