Panamá, 20 de agosto de 2025. El 34 % de las emisiones de CO2 en la Unión Europea (UE) correspondió a buques portacontenedores, los cuales representan el 21 % en términos de tonelaje, según datos del MRV (Reglamento de la UE sobre seguimiento, notificación y verificación).
Un análisis de Drewry informó que en el 2024 se emitieron alrededor de 90 millones de toneladas de CO2 dentro del Régimen de comercio de derechos de emisión de la UE, lo que significa un aumento de alrededor del 14% en comparación con el año anterior.
Explicó que la razón principal de este incremento obedece a razones geopolíticos, en virtud que los los buques han tenido que desviarse de la zona de conflicto y optar por la ruta más larga a través del Cabo de Buena Esperanza en lugar de la ruta más corta a través del Canal de Suez.
Drewry estima que en octubre de este año los transportistas deberán desembolsar alrededor de 2 mil 900 millones de dólares en concepto de emisiones. Además, si los niveles de CO₂ se mantienen similares, el costo total podría alcanzar los 7 mil 500 millones de dólares en 2026, cuando finalice el período de introducción gradual y se incluyan todos los gases de efecto invernadero (GEI) en el esquema de aplicación.
La firma hizo una estimación de la tarifa media que tendrá que pagar cada buque y en caso de los portacontenedores el cálculo oscila en medio millón de dólares.
Drewry enumeró las acciones que los transportistas han implementando cuando hacen escala en puertos de la Unión Europea para descarbonizar sus buques, entre ellos:
- Retroadaptación de tecnologías de ahorro de energía y dispositivos de mejora de la propulsión para aumentar la eficiencia de su flota
- Uso de biocombustibles sostenibles
- Introducción de buques de combustible alternativo en la flota
- Retroadaptación de buques existentes para que funcionen con combustibles alternativos
Además, Drewry mencionó que navieras portacontenedores Maersk, CMA CGM y Hapag-Lloyd han respondido al Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE) introduciendo recargos transparentes para cubrir el coste de los derechos de emisión.
Además de aplicar recargos, las navieras ofrecen servicios especializados que permiten a los clientes optar por transporte marítimo impulsado con combustibles alternativos o soluciones ecológicas, como biocombustibles y metanol verde. Estas opciones ayudan a reducir de forma significativa las emisiones de Alcance 3 y suelen presentarse bajo marcas comerciales como “ECO Delivery” de Maersk, “ACT+” de CMA CGM y “Ship Green” de Hapag-Lloyd.
Drewry concluyó diciendo “la creciente normativa sobre gases de efecto invernadero marca un cambio decisivo en las prácticas del transporte marítimo mundial, ya que pone fin a la era de las reducciones voluntarias de emisiones y, en su lugar, obliga a los contaminadores a rendir cuentas”.